EL CERRADO
Conocido como el «Corazón de Brasil», la «Cuna de las Aguas» o la «Sabana Brasileña», el Cerrado es el segundo bioma más grande del país y uno de los más ricos en biodiversidad del mundo.
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La flora se compone principalmente de árboles bajos, arbustos de corteza y hojas gruesas y troncos retorcidos. Estas características dan al cerrado un aspecto crudo pero también onírico.
Muchas plantas tienen frutos de sabor peculiar, como el pequi, el licuri y la cagaita, muy utilizados en la cocina local, además de servir de alimento a los animales de la región.
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La diversa fauna incluye algunas especies amenazadas, como el lobo de crin, el oso hormiguero gigante y el puma.
El Cerrado desempeña un papel importante en el equilibrio hídrico de Brasil. Actúa como reserva de agua y es donde se encuentran los manantiales de las importantes cuencas fluviales del país.
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Hoy en día es una de las regiones más explotadas por la industria agrícola, lo que representa una amenaza para el bioma.
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La actividad humana en la región es responsable de la deforestación y la reducción de la biodiversidad, además de alimentar los incendios, que se propagan con facilidad durante la estación seca.
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La conservación es necesaria para mantener uno de los ecosistemas con mayor biodiversidad del mundo y equilibrar nuestras aguas.
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Preservar el Cerrado significa mantener latiendo el «corazón de Brasil».